5 trucos para ahorrar tinta de la impresora


Está claro que el verdadero negocio para los fabricantes de impresoras no son las máquinas, sino los consumibles: cartuchos de tinta y tóner. Su precio es a veces tan alto como el de las impresoras, y su duración es decepcionante.

Para ahorrar tinta no hace falta renunciar a imprimir. Hay varios trucos y utilidades que puedes aplicar en tu día a día para reducir drásticamente el consumo de tinta y alargar el tiempo hasta la próxima recarga o compra de cartuchos. Te los explicamos a continuación.

1. Piensa en lo que vas a imprimir


Imprimimos más de la cuenta. Vemos una página web y presionamos Control+P sin pensar en qué es lo que realmente queremos ver plasmado en las hojas de papel. Hasta que descubrimos demasiado tarde que todas las imágenes han consumido el cartucho.

La pregunta que debes hacerte antes de imprimir es "¿Realmente necesito tener esto en papel e impreso en alta calidad?".

El ahorro empieza prestando atención al documento y su destino. Has de pensar como un diseñador e interesarte por el objetivo del documento y las necesidades gráficas que debe cumplir.  Dependiendo de la respuesta, conviene que te replantees lo que vas a imprimir y cómo.

Consulta siempre la vista previa de impresión para ver cómo será el resultado final. Si finalmente imprimes un borrador, elimina todo lo superfluo (imágenes, bordes) y reduce el tamaño del texto. Otro truco útil es elegir fuentes que consumen poca tinta.

2. Configura bien las opciones de impresión

Las impresoras salen de fábrica con un objetivo bien claro: imprimir en alta calidad gastando la mayor cantidad de tinta posible. En su interior, sin embargo, yacen opciones para gastar menos tinta y tóner. Los manuales suelen contar bien poco acerca de estas opciones, pero están ahí, aguardando a que alguien las use.



Haz clic en el menú Inicio y luego en Dispositivos e impresoras. ¿Ves tu impresora? Haz doble-clic sobre ella y elige Ajustar las opciones de impresión.

Lo que verás varía de impresora a impresora, pero casi siempre encontrarás las siguientes opciones:
  • Calidad de impresión: hay que elegir "Borrador" o "Baja"
  • Resolución: se mide en DPI. Cuanto más baja, menos tinta usas
  • Imprimir texto en negro: ideal para ahorrar color
  • Ahorro de tóner / cartucho: hay que dejarlo activado
Estas opciones solo aparecen si usas los controladores oficiales de la impresora. En el pasado ya explicamos cómo encontrar los drivers para cualquier dispositivo. Si por alguna razón tu impresora carece de un modo de ahorro de tinta o el que existe no te satisface, puedes usar InkSaver, que hace de mediador entre la impresora y el controlador.

3. Usa tipografías especiales, programas y webs para ahorrar tinta

A veces, ni configurando la impresora a conciencia se logra un ahorro significativo de tinta. Y entonces toca emplear utilidades especialmente pensadas para ahorrar en costes de impresión. Su eficacia es variable, pero se pueden combinar para mejorar los resultados.
  • Ecofont es una fuente con agujeros que permite ahorros de hasta el 50%
  • EcoPrint, una utilidad que reduce el consumo de tinta y te dice cuánto ahorras
  • GreenCloud, un kit de herramientas para ahorrar papel y tinta
  • PrintWhatYouLike, una webapp que convierte sitios web para que su impresión sea más barata
  • CleverPrint modifica los documentos antes de imprimirlos para optimizar el gasto de tinta
  • PrintFriendly, otra web en la que pones una dirección y te saca una versión ecológica
Los programas desde los cuales imprimes también suelen tener opciones de ahorro, aunque no es lo más habitual. Adopta como sana costumbre pasar por la vista previa de impresión y el cuadro de impresión en lugar de ir por la impresión directa.
Así luce EcoFont impresa (foto de G. Rodríguez)

4. Recurre a alternativas digitales (PDF, eBooks)

Con el auge de pantallas de alta resolución, tabletas y libros de tinta electrónica, la impresión se ha vuelto cada vez menos necesaria. Gracias a los documentos en formato digital, puedes consultar y distribuir contenidos sin necesidad de imprimir.
El inconveniente de usar documentos electrónicos es que necesitas hardware de buena calidad para leerlos, ya sean libros electrónicos como el Kindle, pantallas de gran tamaño o tabletas con una resolución y una densidad de píxeles suficiente.

5. Usa la impresora adecuada para cada documento

¿Vas a cambiar de impresora? Entonces piensa bien en qué vas a necesitar. Si normalmente imprimes texto en blanco y negro, una impresora láser monocromo te resultará mucho más conveniente que una de chorro de tinta.



Huye de las impresoras demasiado baratas: son las que suelen gastar más tinta y tienen cartuchos más caros en relación con la impresora. Aquí vale lo que dice un conocido refrán español: el dinero del mezquino anda dos veces el camino.

 

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