Cómo aniquilar una marca en seis letales y sencillos pasos


Cuando se habla del branding, se suele hacer en positivo. Es decir, se ponen sobre la mesa las mejores tácticas y estrategias para hacer el mejor branding posible. Pero, ¿por qué no dar una vuelta de tuerca al branding y fijarse, no en aquello que puede mejorarlo, sino en lo que puede arruinarlo? Como de lo que se hace mal se puede aprender tanto como de lo que se hace bien, Branding Magazine propone a continuación 6 maneras de aniquilar una marca:


1. Apueste por directores de marca complacientes, poco inspirados o simplemente incompetentes

Una gran marca se construye desde dentro. Si los que están al frente de ella no se preocupan de ella adecuadamente, ¿por qué habrían de hacerlo los consumidores? Si la marca está realmente alineada con las necesidades de sus consumidores, su propia cultura corporativa debe ser un reflejo de ello.



2. No innove, haga lo mismo que sus rivales en el mercado

Imitar no tiene por qué ser algo malo. Sin embargo, termina convirtiéndose en algo negativo cuando la marca no sólo toma a otro como punto de referencia, sino también todas sus innovaciones. Cuando la “imitación” resulta tan descarada, el consumidor dejará tarde o temprano en la estacada al imitador para buscar algo de “originalidad”, aunque eso significa pagar un poco más.



3. Tire a la basura el manual de instrucciones

Si quiere que su marca naufrague, lo mejor que puede hacer es prescindir de un plan, de un plan que identifique a la audiencia de su empresa, que defina aquello que lo hace única y que articule sus principales objetivos. No hay mejor manera de perder el rumbo que navegar sin mapa en el proceloso océano de las marcas.


4. Resístase con firmeza al cambio

Cuando haya importantes avances tecnológicos, ignórelos, cuando su rivales en el mercado muevan ficha, esconda la cabeza con el avestruz, cuando un socio potencial se ponga en contacto con usted, no se moleste en levantar el teléfono. ¿Para qué? Simplemente perderá la oportunidad de expandir su marca y hacerla más exitosa de lo que nunca soñó. Resístase al cambio y estará muy pronto en el “cementerio” de las marcas.



5. Saque su marca ahí fuera, el resto vendrá por sí solo

Da igual que el logo de su marca deje bastante que desear, que su servicio de atención al cliente sea claramente deficitario, que la interfaz de su web sea de todo menos intuitiva. Usted ya ha cumplido con su cometido, lanzar su marca al mercado. No se preocupe por estos pequeños inconvenientes. Crúcese de brazos. Los clientes terminarán viniendo por sí solos a su empresa.




6. “Pase” de la confianza, está sobrevalorada

Una marca es muchas cosas, pero quizá lo más importante es que es algo en lo que el cliente puede confiar. Y lo puede hacer porque la marca cumple sus promesas. Rompa las promesas que su marca hace a los consumidores y perderá a estos de vista para siempre.

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