Siete errores comunes de los anuncios en vídeo de la red

El vídeo es el formato de mayor penetración publicitaria que se ha hecho más relevante si cabe con los avances del mundo digital y más cercano a la actualidad, con la inserción de medios sociales como YouTube como canales publicitarios, e incluso la posibilidad cada vez más plausible de insertar contenido publicitario en vídeo en el tablón de noticias de Facebook.

El consultor de prestigio de grandes empresas de publicidad web como Touchstorm, PadSquad o Audience Fuel, Jason Krebs, exjefe de prensa en Tremor Vídeo, aporta algunos consejos señalando cuáles son los errores más comunes en los que incurren algunas agencias cuando ejecutan sus campañas a través del vídeo en la web.

1. Más clics no significa más éxito. Anteriormente, los anunciantes estaban interesados principalmente en si el vídeo web producía tantos clics como un banner. Sin embargo, para Krebs, “el vídeo consiste en llegar a los corazones y las mentes de los consumidores a través de las imágenes“. No se trata de un medio de respuesta directa de ventas. “Se trata de un ejercicio de construcción de marca y los clientes son cada vez más sofisticados con esto”, explica Krebs.

2. No a los reproductores pequeños. A veces los anuncios de vídeo se ejecutan en reproductores pequeños en un recóndito lugar de una página web, donde los espectadores no pueden verlo. Incluso, aunque los espectadores logren llegar a él, los elementos gráficos (palabras o logos principalmente) se verán tan reducidos que probablemente no se aprecien. “Es una vergüenza que en ocasiones los vídeos sean más pequeños que un banner”.

3. No le tienda una emboscada al espectador. Cando alguien está viendo un vídeo, probablemente espere ver también algún anuncio en vídeo. Sin embargo, si alguien está leyendo un texto y a la vez se reproduce un vídeo en el lateral de la página web puede resultar confuso para el espectador. “En ese momento se conveirte sólo en una distracción”, afirma Krebs.

4. No se trata de un negocio de productos básicos y los precios no deberían ser iguales. Los editores deben basar la competencia no en el precio, sino en la audiencia a la que llegan y en la cantidad del contenido.

5. No pase por alto la hora del día. “Se trata de tener sentido común. Una gran cantidad de anunciantes que acaban de lanzar sus campañas en vídeo en la web no tienen en cuenta la actividad de los internautas”, señala. No es lo mismo la jornada laboral que el fin de semana, y las mañanas también son diferentes a las noches, además de los cambios horarios en función de la situación geográfica.

6. No se puede publicar todo de la misma forma. No todos los anuncios deben durar 30 segundos, por ejemplo. La marca Old Spice Guy, respondiendo a varias solicitudes en Twitter, amplió su campaña inicial que constaba de un spot de 30 segundos a través de otros spots con diferentes duraciones para obtener un mejor efecto. Ford, por ejemplo, ha hecho un vídeo sobre cómo instalar un asiento de bebé en un coche.

7. No engañe a los clientes con trucos : “Se pueden comprar links de texto a un precio muy bajo, que al hacer clic sobre ellos redirijan a otra página en la que se puede ver un vídeo por unos céntimos. Los clientes no deberían pagar por algo de tan baja calidad”, explica Krebs.

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