Marketing Nostálgico: un viaje al pasado para vender en el futuro


Cuando oímos o vemos la famosa canción del “Cola-Cao” o vemos nuestras antiguas colecciones de cromos o tazos, a todos se nos dibuja una sonrisa en la cara, una sonrisa que nace desde la más profunda sinceridad de nuestro ser. ¿Por qué? Sencillamente porque nos recuerda a un momento vivido del pasado, un momento en el que éramos más jóvenes, cuando la vida era más sencilla y la ilusión venía dentro de un Huevo Kinder o de Oriente.

La nostalgia, esa afinidad que nos define



El llamado “Marketing nostálgico” nace precisamente de ese nicho de mercado marcado por un público fiel que busca volver a sentir lo mismo que ya sintió una vez al adquirir ese producto o servicio y que quiere seguir emocionándose con la marca.
Martin Lindstron, en su libro Así se manipula al consumidor, la define como un persuasor sencillo y muy potente que influye en nuestras decisiones de consumo.


Vladimir Vukicevic utiliza la tradicional S-curve que determina el valor en el ciclo de vida de un producto o servicio teniendo en cuenta el mercado nostálgico. Lo divide en 6 periodos distintos pero los más interesante está en percibir que, contrariamente a los productos tecnológicos, los productos basados en nostalgia nunca desaparecen: se transforman en historia y aunque la emoción disminuya, las perspectivas objetivas y racionales prevalecen creando nuevos conceptos.
S-Curve Nostalgic


Gabriel García Márquez decía que “la memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y gracias a este artificio, logramos sobrellevar el pasado”. El enamoramiento de la gente hacía el pasado genera una oportunidad que se transforma en el Santo Grial de las marcas. ¿Pero porque es tan exitosa esta pareja que parece no terminar de ver el éxito? ¿Por qué el marketing se ha enamorado de la nostalgia? ¿O será al revés? En la misma obra, Lindstron nos acapara toda la atención cuando afirma que “El marketing nostálgico es una estrategia muy exitosa con la que los anunciantes desenvuelven las imágenes, los sonidos y los sentimientos de otra época para vendernos una marca o un producto actual.”
Hablamos constantemente del consumidor 2.0, un consumidor inteligente, capaz de tomar sus decisiones basadas en algo mucho más grande que el poder comunicativo de las marcas, implacable con los deslices de los servicios prestados, mucho más proactivo en sus llamadas de atención. Pero igual de emotivo, de sensorial: olvidemos los targets y empecemos a enfocarnos en las personas.


¿Cualquier tiempo pasado fue mejor…?

Emociones, vivencias pasadas, experiencias y el corazón reviviendo aquella infancia a que nos gustaría volver: así se presentan marcas como Tommy Mel´s y, Instagram. Así entran en nuestras vidas, por nuestras pantallas el guiño de Internet Explorer para los que vivieron la infancia en los 90. El storytelling centrado en las emociones, apretando el gatillo certero en los sentimientos positivos que asociamos con el pasado y que queremos revivir numerosas veces.
Los analizamos y al final, cada uno de vosotros, que intente contar los recuerdos que ahora mismo tenéis en vuestra cabeza. Y…¿Cuántas sonrisas os hemos arrancado?

Instagram

Se acabó el utilizar el blanco y negro para mejorar las fotografías, adiós a la búsqueda tortuosa de planos para encontrar la luz perfecta. Los filtros de Instagram imitan el efecto de cámaras de la década de los 70 y 80 como lo fueron la Polaroid, la Kodak, o el efecto lomográfico de una Diana o una Fuji. Filtros nostálgicos con los que millones de personas al día maquillan sus vidas cotidianas para compartir su felicidad con el resto del mundo. Richard Koci Hernandéz (galardonado con el Emmy nacional de productos multimedia y nominado al Pullitzer en dos ocasiones) explica que la fotografías es “el truco de magia más grandioso del mundo” y que “los filtros de instagram aportan un sensación de pasado a la fotografía digital”. ¿Será éste el secreto del éxito? Facebook cayó rendido a la nostalgia y se hizo con ella en 2012 por 1 billón de dólares.

Tommy Mel´s



¿Qué hacer cuándo el mercado de la restauración se encuentra saturado? ¡Montar otra cadena de hamburguesas más! Esta idea podría parecer condenada al fracaso pero a Wonderfood Brands Corporation les pareció una opción inequívoca. Para ello aplicaron el “retro-marketing” dando rienda suelta a la década de los 50 y encontrando a la gallina de los huevos de oro. Sillones, lámparas, mesas, barras, vestuario, carta…, todo nos retrotrae a los dinners americanos de esa época que tantas veces hemos visto en películas.
Con su estética fifties han conseguido que cada fin de semana al público no le importe hacer colas de más de media hora para poder disfrutar de una clásica hamburguesa sentados en un sillón bicolor, con música clásica y luces de neón.


Ahora prueba tú…
¿Recuerdas cómo eras, qué veías, qué sentías, cuando utilizaste por primera vez un navegador de internet? ¿Te acuerdas de qué navegador era? Ese navegador abrió las puertas al mundo digital a toda una generación…
Este video es un homenaje a una herramienta que supuso una revolución ¿Y vosotros? ¿os atrevéis a imaginar cómo hubiera sido Facebook, Twitter o Youtube en los años 50? Os lo ponemos fácil:

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